Calculando mi pila de consumo (y cómo reducirla)

En esta entrada del blog calcularé mi pila de consumos siguiendo las indicaciones ofrecidas en el libro Energía sostenible. Sin malos humos.

Esta pila se construye teniendo en cuenta el consumo que implican nuestras rutinas y actividades cotidianas. En concreto, el uso de medios de transporte, la calefacción y refrigeración en casa y en el trabajo, la luz, los electrodomésticos y dispositivos electrónicos, la alimentación, la fabricación de las cosas y el transporte de mercancías.

Yo vivo sola en un piso pequeño (de unos 50 metros cuadrados), no tengo coche y voy y vuelvo del trabajo andando. Paso unas 11 horas en el despacho con el ordenador de sobremesa encendido toda la jornada; cuando llego a casa, enciendo mi portátil y el televisor durante unas 4 horas. Hace años que no subo a un avión (la última vez fue en octubre de 2018). En cuanto a la fabricación y al transporte de mercancías, diría que soy una 'ciudadana media'; eso sí, sin coche. Sobre mi alimentación, no soy vegana ni vegetariana, pero lo cierto es que en mi dieta no hay leche ni quesos; tampoco ternera ni cerdo. Ah, he dicho que vivo sola, pero en realidad tengo una compañera: mi gata Pando.

Todo esto da como resultado un consumo diario de 64.45 kWh. ¿De dónde salen las cifras? Todos los detalles, debajo de la 'pila' (se puede pasar el cursor por encima para ver a qué corresponde cada valor).


Calefacción y refrigeración: 15.4 kWh/d

  • Una ducha al día: 1.4 kWh/d
  • Aire caliente: suponemos que es 1 kWh. Está encendido durante toda la jornada laboral (11 h) y en casa pongo el radiador 3 horas. En total, 14 kWh/d
  • No tengo aire acondicionado

Luz: 1.81 kWh/d

  • Podemos estimar que el consumo en el lugar de trabajo es de 1 kWh/d
  • Para un hogar con 22 bombillas, el consumo eléctrico sería de 410 kWh/año, es decir, 1.12 kWh al día. En mi casa hay 10 bombillas en total, que consumirían 186.36 kWh/año, 0.51 kWh/d
  • El alumbrado público supone un consumo por persona y día de 0.3 kWh

Electrodomésticos: 6.24 kWh/d
  • Electrodomésticos de cocina: 4.49 kWh/d
    • Combi nevera-congelador: según el fabricante, 274 kWh al año, 0.75 kWh/d
    • 4 lavadoras de 30 minutos son 2 kWh a la semana, 0.29 kWh/d
    • Vitrocerámica: 3.2 kWh/d
    • Microondas: unos 10 minutos diarios, por lo que el consumo es de 0.25 kWh/d
    • No tengo secadora, ni lavavajillas, ni horno, ni cafetera
  • Dispositivos electrónicos: 1.75 kWh/d
    • Televisión: 4 horas encendida, 0.4 kWh/d
    • Portátil: 4 horas encendido, 0.064 kWh/d
    • Ordenador del trabajo: 11 horas encendido, 1.25 kWh/d; 13 horas apagado, 0.04 kWh/d
Alimentación: 8 kWh/d
  • Frutas y verduras: 3 kWh/d
  • No tomo leche ni queso
  • Huevos: un par en días alternos. Para que sea más sencillo el cálculo, diremos que es uno al día. Por lo tanto, 0.5 kWh/d
  • No como ternera ni cerdo, solo pollo, y no a diario. Diremos que es la mitad que un consumidor típico. Por lo tanto, la energía necesaria para obtener esta carne es 2.5 kWh/d
  • A todo esto le sumaremos 2.5 kWh/d correspondientes al consumo de la maquinaria agrícola y al regadío
  • Sumamos también el coste energético de Pando: 2 kWh/d

Fabricación y transporte de objetos: 33 kWh/d

En este caso, tomaré los mismos valores que aparecen en el libro: 15 kWh/d por la producción de bienes (como he indicado al principio, no tengo coche) y 18 kWh/d para su transporte por mar, carretera, tubería y almacenamiento de comida en los supermercados

En total, mi pila de consumos suma 64.45 kWh/d. Esta cifra está por debajo del resultado que nos da el libro para el consumo típico de una persona, que alcanza los 95 kWh por día, y también por debajo del consumo medio en España según los datos del IDAE de 2017, de 85 kWh por persona y día. El hecho de no tener coche y de poder ir caminando al trabajo es determinante. También ahorro energía en la alimentación, con un gran peso de productos vegetales y poca presencia de carne. 

El mayor consumo energético de mi pila no es en mi hogar, sino en el trabajo, por lo que cambiarlo no es tan sencillo... Lo que sí que está en mis manos es disminuir el consumo ligado a la fabricación y transporte de mercancías. En ese sentido, podría comprar menos ropa, y priorizar la compra a granel y de productos de proximidad.

Imagen de cabecera: de Markus Winkler en Unsplash

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