Un ejército de piojos contra las tropas napoleónicas

Las enfermedades infecciosas han modelado algunos episodios de la Historia. Ejemplo de ello es el tifus exantemático, también llamado 'enfermedad del piojo verde' en la España de la posguerra, cuando esta epidemia  se cobró miles de vidas

El agente causal del tifus exantemático es la bacteria Rickettsia prowazekii y se transmite por las picaduras de piojos. En 1812, cuando Napoleón decidió invadir Rusia, estos diminutos animales pusieron en jaque a la Grande Armée: caían más soldados víctimas del 'ejército de piojos' que en la batalla. 

En 2006, un grupo de investigación liderado por Didier Raoult, del CNRS, publicó en The Journal of Infectious Diseases el artículo Evidence for Louse-Transmitted Diseases in Soldiers of Napoleon’s Grand Army in Vilniustras estudiar los restos de 35 soldados. Aquí un fragmento: "Although we could not identify DNA of R. prowazekii in the lice we studied, we could detect the DNA of the organism in the dental pulp of 3 soldiers, indicating that Napoleon’s soldiers also had epidemic typhus. Although finding bacterial DNA in teeth does not necessarily mean that the organism was the cause of death, when the DNA of a deadly agent such as R. prowazekii is present, it is very likely that the organism was the cause of death" [Aunque no pudimos identificar ADN de R. prowazekii en los piojos que estudiamos, sí que pudimos detectar el ADN del organismo en la pulpa dental de tres soldados, lo que indica que los soldados de Napoleón tuvieron también tifus epidémico. Aunque encontrar ADN bacteriano en los dientes no significa necesariamente que el organismo fuera la causa de la muerte, cuando el ADN de un agente mortal como R. prowazekii está presente, es muy probable que lo fuera].

Figura incluida en el artículo de Didier Raoult. De las tumbas de los soldados se extrajeron 2 kg de tierra con fragmentos de hueso y restos de ropa, y se examinaron en busca de piojos. Se consiguieron recuperar partes del abdomen o el dorso de cinco piojos ('Pediculus humanus humanus'). En la imagen, dos de ellos. 

Como relata Jesús Gil Muñoz (CSIC) en el post 'Los micronemigos que acabaron con el ejército de Napoleón', el ejército que reunió Napoleón Bonaparte para invadir Rusia estaba formado por más de 600.000 hombres, "pero lo que suponía que iba a ser una campaña rápida y sencilla se convirtió en una de las mayores catástrofes militares de la Historia: menos de 30.000 soldados napoleónicos sobrevivieron a la incursión, que prácticamente supuso la destrucción de la Grande Armée".

El frío y el hambre no ayudarían en la campaña, es cierto, pero el gran enemigo eran los piojos y garrapatas transmisores de Rickettsia que los soldados encontraron a su paso por Polonia. Citando de nuevo a Gil Muñoz: "En aquel momento se ignoraban las posibles consecuencias, pero con el paso de los días las picaduras se convirtieron en grandes erupciones en la piel. Los soldados intentaban aliviar los terribles picores que provocaban rascándose tan fuerte que se hacían heridas aún más grandes. Después, las altas fiebres se apoderaban de sus cuerpos provocando desvanecimientos [...] Las picaduras de los piojos estaban dando sus frutos. Los propios oficiales, al rascarse, se esparcían por sus heridas, cada vez más abiertas, la munición de estos artrópodos: una miríada de bacterias penetraba en el torrente circulatorio y provocaba inflamaciones en los vasos sanguíneos, llegando a afectar a casi todos los órganos. Fue una pesadilla: siete meses de cruentas y sangrientas batallas que, sumadas a la falta de abastecimiento y al despiadado invierno, sembraron de cadáveres y moribundos la vasta estepa rusa".

Imagen de cabecera: Retirada de Moscú, cuadro pintado por Adolph Northern

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